6/21/2007

CÓMO Y POR QUÉ DESARROLLAR HÁBITOS DE LECTURA

TRAPICHE ES UN ESPACIO CULTURAL Y LITERARIO DESDE EL CUAL EL POETA Y CRITICO Julio Cuevas difunde una parte de su potencial creativo, haciendo de la lengua su fundamento discursivo, para envolvernos en una poesia pletórica de musicalidad y ritmo, por lo que asume la palabra como su fuente de creatividad.

CÓMO Y POR QUÉ DESARROLLAR HÁBITOS DE LECTURA
EN LA INFANCIA Por Dr. Julio Cuevas
Catedrático de la UASD.-


El proceso de la lectura y su posterior dominio, se adquiere. La capacidad de leer no es innata. No le es propia al ser humano, él no nace con ella, se apropia de ella, la aprende y ese aprender se condiciona de tal forma que, desde antes que la criatura vea la luz del mundo, en el vientre, la madre o el padre, puede establecer una relación primorosa, dialógica, con su criatura, contándole, cantándole, mimándole; trasmitiéndole gozo, ternura, amor..., porque al final, de eso se trata, ya que el proceso de la lectura es un acto de entrega, donde el gozo, el deleite y el placer, han de constituirse en los fundamentos esenciales de su razón de ser, ya que sin estos fundamentos vitales, no podemos desarrollarnos a plenitud.

Otra forma de ir condicionando a
l@s niñ@s para que paso a paso se vayan compenetrando o familiarizando con la lectura, sigue siendo la oralidad, desde la narración de cuentos, en las tonadas, en las canciones, en los trabalengua y en las adivinanzas, en fin, en el necesario acto de interacción lúdica que se establece a partir del uso de los títeres y las dramatizaciones, ya sea desde la escuela o desde el hogar.

El acercamiento de
l@s niñ@s con la lectura, requiere, en principio, de acciones premeditadas, las cuales jamás deben estar pautadas por la imposición, por la obligatoriedad, ni mucho menos por conductas coercitivas. Estas últimas características
pautaron el proceder de la escuela y del hogar dentro del Sistema Educativo Dominicano, lo que, entre otros factores, ha contribuido a que hoy en día muchos adultos crean que los libros muerden, lo cual incide de manera determinante en el proceso de subdesarrollo económico y cultural de nuestra sociedad.

Antes de llegar a la escuela, los infantes adquieren un referente cultural que les rodea desde el hogar, la vecindad, los familiares y la cotidianidad de su entorno vivencial.
Ese referente cultural debe ser fortalecido en el convivir dentro de la escolaridad. Una de las fuentes determinantes de esa formación inicial en la infancia, proviene de nuestros padres y para eso no es necesario que ellos (nuestros progenitores) estén alfabetizados, ya que muchos son los ejemplos de sujetos de ayer y de hoy que, proviniendo de hogares donde los padres no han sido alfabetizados, han tenido y tienen profundo amor por la lectura.

Yo soy un vivo ejemplo de esto, ya que mis padres son analfabetos infuncionales. Mi padre no sabe ni escribir la O con un baso, pero sí les puedo asegurar que es un gran filósofo popular que sabe leer y descifrar el amplio calendario de cielo y estrellas, anticipando la luna llena, la lluvia y la sequía, desde su alfabeto natural y vegetal, en su digna condición de campesino.

Con esto, lo que quiero significar es que la educación oficial debe saber cumplir su papel, en el necesario proceso de desarrollar hábitos de lectura en nuestros niños y nuestras niñas. Asumiendo una función incluyente, donde se valorice eso que nuestros infantes traen de su hogar, sus juegos, sus cantos y su decir, para familiarizarlos con las producciones artísticas, lúdicas y oníricas que les sirvan de entretenimiento desde la escuela. Algo que debemos tener bien claro es que si queremos desarrollar el hábito de lectura desde la infancia, l@s maestr@s que nos involucremos en este proceso debemos ser los primeros en tener ese amor a los libros y ese hábito de lectura, porque nadie puede dar lo que no tiene.

Ahora bien, las poesías, los títeres, dramatizaciones, adivinanzas, trabalengua y cualquier otra forma de expresión artístico-literaria que desde la escuela se le facilite, debe corresponderse, de acuerdo a su edad, con sus gustos y preferencias, y eso sí que el maestro o la maestra y los padres deben saber y aplicar con determinado rigor, para no frustrar a nuestros niñ@s.

No importa el nivel desde donde se inicie, algo importante es que el maestro o la maestra, debe tener dominio de la expresión, para saber decir lo que lee. Debe saber emplear las tonalidades, los énfasis, las inflexiones de voz, dominar la dicción junto al uso adecuado de los ademanes, las gestualidades, y tener dominio del lenguaje de la corporalidad. Saber que en esa etapa inicial, los colores y el uso frecuente de onomatopeyas, es imprescindible, por no decir necesario.

En la etapa inicial, preescolar, cuando el maestro o la maestra se dispone a leerle un texto a un niño o a una niña, preferiblemente en voz alta, cuando utiliza los títeres o cuando dramatiza, no puede centrar su atención en saber qué ha entendido el niño o la niña, ni si le gustó o no le gustó, ya que en la etapa inicial lo fundamental no está en el aprendizaje, sino en el ver y en el escuchar. Lo visual y lo auditivo en esta etapa predominan, por lo que el dogma de la enseñanza-aprendizaje, en este caso, lo que hace es convertirse en un fastidio, lo cual hace que nuestros niños y nuestras niñas, le tengan miedo y terror, a la lectura, contribuyendo con esto a destruir la capacidad creativa e imaginativa de nuestros niños y de nuestras niñas.

Además, en esa etapa inicial, el maestro o la maestra no debe centralizar su interés en cómo el niño o la niña se expresa. Aquí la normativa en torno a lo que dice y cómo lo dice, debe obviarse. Les digo esto, porque llegará el momento en que ellos aprenderán a aplicar la normativa y se interesarán por comprender lo que escuchan, lo que ven o lo que leen. Todo le ha de llegar a su debido tiempo. No olvidemos que llegará el momento en que necesariamente aprenderán a leer, desde todos los planos que implica la lectura, ya sea para la creatividad, el comentario, la simple opinión o para la crítica, ya que la lectura es un proceso de construcción y reconstrucción del texto y ella transforma de una forma u otra a todo aquel que se acerca a sus linderos.

Debo aclarar que mis planteamientos se fundamentan en el supuesto de que estemos trabajando con niñ@s, en una etapa donde ni siquiera tienen buen dominio del habla y mucho menos de la lectura, ni de la escritura, de ahí la importancia del trabajo en ese período del desarrollo bio-psico-social de l@s nin@s.

El potencial de sensibilidad, afecto o cariño que se le pueda impregnar en relación a los libros y a la lectura, se plasmará de manera permanente en su espíritu. Lo mismo ocurrirá si la acción es a la inversa, se puede convertir en enemigo férreo de los libros y de la lectura, como suele ocurrir hoy en día en la mayoría de los casos, donde la cultura lihgt y el sujeto lihgt, son los protagonistas contextuales de una tragicomedia que amenaza con anularnos, como sujetos pensantes.

En esa etapa inicial, donde se siembra la primera semilla con el objetivo de que germine
en términos cognoscitivos, es conveniente dejar revistas ilustradas y libros con el marcado propósito de que l@s nin@s los puedan manosear, verlos, tocarlos y restregarlos, por no decir otra cosa… aunque los destruyan, porque lo básico aquí es que ell@s se vinculen de alguna forma con ese mágico universo.

No puedo dejar de tocar aquí el caso del nintendo, la computadora, el Internet y la televisión, ya que para much@s especialistas, para padres y maestr@s, estos recursos de la tecnología de punta, se constituyen en grandes obstáculos para el desarrollo de hábitos de lectura en la infancia. Yo considero lo contrario, creo que debemos convertir estos recursos en nuestros aliados y aprovecharlos para el logro de nuestros objetivos frente a l@s nin@s. Esos recursos deben servirnos de excusa para establecer el necesario contacto dialógico, conversacional que requiere el proceso de familiaridad
en esa etapa inicial de nuestros nin@s. No olvidemos que ell@s están dentro del período de los Por qué, de las inesperadas preguntas que deben tener sabias respuestas.

Entiendo que dentro de la difícil realidad socioeconómica de nuestra sociedad, es casi imposible mantener la interacción dialógica con nuestr@s nin@s, pero…la verdad es que nuestro compromiso debe ser y es, familiarizar y/o vincular a l@s nin@s con los libros y la lectura. Por qué esto? Eso debe ser así porque ninguna sociedad adquiere
desarrollo sostenible, ni sustentable, si no cuenta con hombres y mujeres que tengan los pies en la tierra y la cabeza en el cielo, que sean dueños del mundo de la imaginación,
la creatividad, los sueños y las utopías.

Debemos realizar esa patriótica tarea para seguir construyendo aquel país que soñó Juan Pablo Duarte, Gregorio Luperón, Caamaño y Juan Bosch, entre otros patriotas. Porque sólo así podemos lograr una sociedad de hombres y mujeres creativos, imaginativos, participativos, críticos, propositivos y contestatarios.

Nota: Esta conferencia fue dictada los días 30-4-07 y 2-5-07, en el marco de la X Feria Internacional del Libro 2007, en el Pabellón de la Primera Dama.